Sexto Aniversario, Ayotzinapa
Hace 6 años ocurrieron un serie de hechos violentos en Iguala, Guerrero, que cambiarían la historia de México y el Mundo para siempre, desafortunadamente, no son hechos que tengan que ver con un avance científico o una obra artística, al contrario, fueron eventos que abrieron una herida profunda en nuestro país, pues se trató de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos” a manos de un grupo delictivo al servicio del Estado; en esos hechos, también fueron asesinadas 9 personas y 27 resultaron heridas.
Estos acontecimientos no pasarían desapercibidos, pues la herida que abrieron, dejó ver cientos y miles de otras que había en el país: México pasó a ser el país de las y los desaparecidos.
Inmediatamente, la voz de las madres y padres de aquellos jóvenes exigieron el retorno con vida de sus hijos, junto a ellas y ellos, miles de mexicanas y mexicanos salieron a las calles a gritar juntos, pues quedó más que claro que México es un país sumido en una cruel violencia y que es el Estado el principal ejecutor de ella.
Así, estos 6 años han pasado como si se recorriera el camino más difícil, pero en colectivo; el gobierno mexicano ha pasado de edificar verdades falsas a pedir disculpas, sin resolver nada en realidad, pues los 43 estudiantes no han regresado a sus casas y las cifras de desaparecidas y desaparecidos crecen cada día.
Pero también la sociedad fue tocada y transformada, cada vez hay más asociaciones civiles que, ante la ineficacia de las autoridades, se dedican a buscar incansablemente a las y los suyos, las madres y los padres recorren el país llevando la más digna rabia a todos los rincones, los ojos del mundo voltearon a ver nuestra situación extendiendo lazos de solidaridad y cada año, cada 26 de septiembre, miles de personas salimos a nombrarlos, a ellos, a los 43, no solo por ellos, si no por todas y todos, el 43 se ha vuelto un símbolo y un estandarte de esta lucha que termina cuando cada una y uno vuelva a mirarnos a lo ojos.
Estos acontecimientos no pasarían desapercibidos, pues la herida que abrieron, dejó ver cientos y miles de otras que había en el país: México pasó a ser el país de las y los desaparecidos.
Inmediatamente, la voz de las madres y padres de aquellos jóvenes exigieron el retorno con vida de sus hijos, junto a ellas y ellos, miles de mexicanas y mexicanos salieron a las calles a gritar juntos, pues quedó más que claro que México es un país sumido en una cruel violencia y que es el Estado el principal ejecutor de ella.
Así, estos 6 años han pasado como si se recorriera el camino más difícil, pero en colectivo; el gobierno mexicano ha pasado de edificar verdades falsas a pedir disculpas, sin resolver nada en realidad, pues los 43 estudiantes no han regresado a sus casas y las cifras de desaparecidas y desaparecidos crecen cada día.
Pero también la sociedad fue tocada y transformada, cada vez hay más asociaciones civiles que, ante la ineficacia de las autoridades, se dedican a buscar incansablemente a las y los suyos, las madres y los padres recorren el país llevando la más digna rabia a todos los rincones, los ojos del mundo voltearon a ver nuestra situación extendiendo lazos de solidaridad y cada año, cada 26 de septiembre, miles de personas salimos a nombrarlos, a ellos, a los 43, no solo por ellos, si no por todas y todos, el 43 se ha vuelto un símbolo y un estandarte de esta lucha que termina cuando cada una y uno vuelva a mirarnos a lo ojos.
CJB Angela Davis
Juventud Comunista de México EDOMEX-CDMX
26 de septiembre 2020
Juventud Comunista de México EDOMEX-CDMX
26 de septiembre 2020
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